viernes, 29 de enero de 2021

La leyenda del maíz

 


Cuentan las historias de los primeros habitantes de Mesoamérica, que, en el periodo anterior a la llegada de Quetzalcóatl, los aztecas sobrevivían alimentándose únicamente de las raíces y de los animales que cazaban.

Ellos no tenían el maíz, pues este cereal tan alimenticio, estaba escondido detrás de las montañas y ellos no tenían acceso a él.

Los antiguos dioses trataron de obtenerlo e intentaron separar las montañas con su colosal fuerza, pero no lo lograron.

Los aztecas fueron a plantearle este problema a Quetzalcóatl.

-Yo se los traeré- les respondió el dios.

Quetzalcóatl, el poderoso dios, no se esforzó en vano en separar las montañas con su fuerza, por el contrario, empleó su astucia. Él observó a una pequeña hormiga roja que descendía de la montaña cargando sobre su espalda un grano de maíz, él interrogó a la hormiga sobre la procedencia de ese hermoso y tan preciado grano, pero el insecto se rebeló y no le confesó nada.




Después de conversar con ella, la pequeña hormiga roja accede a la petición del noble dios y se ofrece para mostrarle el camino.

Entonces Quetzalcóatl, se transformó en una hormiga negra y acompañado de la hormiga roja, marchó a las montañas.

La travesía estuvo llena de dificultades, pero Quetzalcóatl logró superarlas, pensando solamente en su pueblo y sus necesidades de alimentación. Hizo grandes esfuerzos y no se dio por vencido ante el cansancio y las dificultades.

Quetzalcóatl llegó hasta donde estaba el maíz, y como estaba trasformado en hormiga, tomó un grano maduro entre sus mandíbulas y emprendió el regreso. Al llegar entregó el prometido grano de maíz a los hambrientos indígenas.

Los aztecas plantaron la semilla. Obtuvieron así el maíz que desde entonces sembraron y cosecharon.

El preciado grano, aumentó sus riquezas, y se volvieron más fuertes, construyeron ciudades, palacios, templos…Y desde entonces vivieron felices.




Y a partir de ese momento, los aztecas veneraron al generoso Quetzalcóatl, el dios amigo de los hombres, el dios que les trajo el maíz.

 

¡Haz tu propio huerto vertical en casa! Aquí te decimos cómo

 



Uno de los problemas a los que se enfrentan las personas que vive en los núcleos urbanos o ciudades es la falta de espacio para cultivar sus propios alimentos. Esta falta de contacto directo con la agricultura puede solucionarse en parte gracias a los huertos verticales. También, la construcción de estos huertos ayuda a fomentar el reciclaje de plásticos, así como también nos da la oportunidad de tener a la mano vegetales que consumimos día a día, ayudando a nuestra economía.

¿Qué es un huerto vertical?

Se trata de una estructura que optimiza el espacio para poder plantar y sembrar frutas o verduras de autoconsumo. Cuenta con la gran ventaja de que no es necesario de disponer de un terreno, basta con una pared al aire libre que reciba luz solar durante algunas horas al día. Además, se pueden emplear elementos reciclados para su construcción y permite ahorrar dinero reduciendo la compra de productos cosechados en el mercado.

 



¿Cuáles son los beneficios y ventajas de tener un huerto vertical en casa?

Los huertos urbanos perpendiculares al suelo no solo optimizan el poco espacio del que disponemos, también cuentan con unos beneficios muy significativos.

  • Fomentan el autoconsumo. Plantar tus propias hortalizas, frutas y verduras siempre es un punto a favor.
  • Generan conciencia sobre la correcta utilización de los recursos naturales.
  • Permiten disminuir las emisiones de carbono de las grandes ciudades.
  • Disminuyen la temperatura ambiente. Es la perfecta solución para aquellas personas que busquen mantener un ambiente equilibrado, es decir, fresco y agradable.
  • Logran protegernos de los rayos ultravioletas del sol.
  • Mejoran la calidad del aire pues son capaces de purificarlo y suministrar un olor mucho más agradable.
  • Son de sencillo mantenimiento y no crean demasiada suciedad.
  • Convierten al espacio en una zona mucho más bonita y original.



Los aspectos clave para tener éxito con tu huerto vertical casero

Si quieres hacer un huerto vertical en tu casa, debes tener en cuenta algunos puntos:

  • Debes elegir la superficie donde vayas a colocar el huerto. Ésta tiene que estar ubicada en una zona en la que reciba la cantidad de sol necesaria para que los productos vegetales puedan desarrollarse correctamente.
  • La orientación en la que se construye también es un factor clave. Hay algunas hortalizas y verduras que crecerán mejor si el huerto está orientado hacia el sur.
  • El diseño que tendrá también es un aspecto muy importante, ya que según éste, los cuidados de las plantas serán diferentes.
  • Ten en cuenta la temporada de plantación de los alimentos que quieres sembrar. Recuerda que hay especies que solo dan sus frutos una vez al año.
  • El espacio y los alimentos van de la mano, es decir, hay plantas que crecerán más que otras, por tanto, el número de ellas dependerá de esto.
  • El sustrato que elijas también va a ser determinante a la hora de conseguir el huerto vertical perfecto. Te recomendamos que por ejemplo emplees compost orgánico, pues de esta manera no sólo estás aportando los nutrientes necesarios, también estás aprovechando los desechos que tengas en casa. Si no sabes cómo se hace compost casero, te aconsejamos que leas el artículo en el que analizamos el proceso completo.
  • Comprueba el agua de las plantas, ya que como cualquier ser vivo, necesitan ciertas cantidades para sobrevivir.
  • Cuando observes que las macetas estás deterioradas o que ya son demasiado pequeñas para el vegetal, cámbialas.




¿Cómo construir tu propio huerto vertical?

Como quizás ya sepas o hayas visto, un huerto vertical se puede hacer de diferentes formas, o más bien, con distintos materiales.

A continuación, te presentamos cómo construir un huerto vertical con materiales reciclados.

Materiales 

  • Botellas de plástico: estos elementos son la base principal del huerto vertical, pues en ellos se meterán las plantas. Todas deben tener el mismo tamaño para que en conjunto sea un diseño agradable a la vista.

Estructura: es la que va a soportar el sistema completo. Muchas veces se puede usar una pared de casa en la que se colgarán las botellas, o estanterías en la cocina. La decisión es tuya. Recuerda, debe ser estable y tiene que aguantar el peso.

Semillas: sin semillas o esquejes, no tendremos un huerto vertical. Elige con cabeza, y ten cuenta las recomendaciones que te hemos dado en el apartado anterior.

Cuerdas y herramientas de corte: las botellas se pueden colgar de una pared, y para ello necesitarás cuerdas.

Sustrato: decide el sustrato teniendo en cuenta el tipo de plantas que vas a cultivar y los requisitos de cada una de ellas.




Procedimiento

  1. Cuando ya has decidido el tamaño de las botellas que vas usar, debes cortarlas. En la parte superior de la botella debes hacer un corte de tal manera que quede hueco para meter la tierra, plantar la especie vegetal y espacio suficiente para que se pueda desarrollar completamente.
  2. Una vez que has cortado la botella, ahora debes perforarlas para pasar la cuerda por esos agujeros. Haz perforaciones en la parte superior y también en la inferior. Es muy importante que tengas en cuenta el diseño del huerto vertical, es decir, cuántas botellas irán en la misma columna y el tamaño que pueda tener la planta (el peso será un aspecto clave).
  3. Introduce la cuerda por las perforaciones y realiza los nudos pertinentes para que se mantengan a varias alturas. Coloca la estructura en la pared y fíjala correctamente para que no se caiga.
  4. Llena las botellas con el sustrato que mejor se adapte a las especies vegetales.
  5. Planta las hortalizas y verduras en las botellas.
  6. ¡Y ya tienes tu huerto vertical con materiales reciclados!



Como vez, la creación de estos sistemas de plantación no es un proceso demasiado complejo si se siguen unas indicaciones y se tienen en cuenta las necesidades de las plantas y los requisitos de la estructura.

Recuerda, ten paciencia y presta atención a lo que estás haciendo, pues si lo haces, conseguirás tener éxito.

Centro Ceremonial Otomí, una construcción prehispánica en medio del bosque

 



Los vestigios de las culturas prehispánicas son un mapa esencial para entender el pasado de este país. Nos referimos a ese grupo de huellas arqueológicas (desperdigadas en cada rincón de México) que, aunque comparten características parecidas, tienen historias y tiempos diferentes que contarnos. Un ejemplo asombroso de esto es el Centro Ceremonial Otomí, en el Estado de México. Un monumento que, si bien se construyó en 1980, se edificó con las normas y estilos que dictan las tradiciones de este pueblo originario.




El templo otomí se ideó para ofrecer a los indígenas de la zona un área para realizar ceremonias y rituales religiosos. Desde hace más de tres décadas, se encuentra al pie del Cerro de la Catedral; en el corazón del Bosque Otomí-Mexica; un parque estatal de 2.800 hectáreas repleto de lagos, presas, pinos, encinos, aguilillas y venados de cola blanca.




Simbología y numerología otomí

El complejo, que abarca 50 hectáreas, se divide en dos secciones principales: la Plaza del Coloso y la Plaza del Sagitario. La primera da la bienvenida a los visitantes con un gigantesco mural hecho por el pintor y escultor Luis Aragón. Se trata de la obra Dāmishy, una representación del nahual del jaguar realizado con piedras naturales de distintas tonalidades.




Luego, tras caminar por los senderos empinados hacia la parte superior del centro se llega a la Plaza del Sagitario, en donde entra en juego la complejidad de los números y significados de la cosmogonía otomí. Sobre el suelo resalta la figura de tres flamas que hacen alusión al cuerpo, espíritu y voluntad del pueblo otomí. Sobre este patio octagonal se pueden apreciar decenas de esculturas.

En el nivel de arriba se pueden ver las 52 columnas compuestas de dos serpientes entrelazadas, las cuales representan tanto las semanas que componen un año, como los 52 años del ciclo del calendario azteca. Si se sube un poco más, se pueden admiran 12 enormes estructuras cónicas que simbolizan al caracol (al agua y a la música). Estas se relacionan directamente con los meses de año. Ahí también se encuentra un monumento a Tata Jiade, el Dios Sol.






En el lado oeste del patio hay un espacio dotado con siete columnas que simbolizan las siete cavernas de donde surgieron las siete tribus nahuatlacas en el año 820. El número siete, por si fuera poco, también coincide con los colores de arcoíris, los días de la semana y las notas musicales.




Cabe resaltar que todas las áreas del Centro Ceremonial Otomí están conectadas mediante caminos y escalinatas. De hecho, al recorrer el complejo uno puede percibir cuantiosos elementos de arquitectura prehispánica en todos los rincones. Esto se puede ver, por ejemplo, en la gran cantidad de plazas, estructuras en forma de talud y en las 365 escaleras anchas que tiene el CCO.




¿Qué más hacer en el Centro Ceremonial Otomí?

A parte de su misión de preservar y proteger las tradiciones espirituales de las comunidades otomíes, este parque también es una excelente opción para una escapada de un día. Además de recorrer su imponente arquitectura, se puede pasear por el bosque aledaño, hacer un picnic, visitar el Museo de la Cultura Otomí o comprar artesanías indígenas.




Sotol, el destilado del norte de México

 



Las tradiciones destileras de México siempre han abarcado mucho más que el tequila. El sotol, un destilado tradicional del árido Desierto de Chihuahua, Coahuila y Durango al norte del país, ha comenzado a recibir atención internacional.

A menudo se compara al sotol con el mezcal. Ambos tienen una rica historia de producción indígena a pequeña escala y comparten un carácter complejo, herbáceo y a veces ahumado. Pero hay una diferencia importante. Mientras que el mezcal está hecho de agave, el sotol está hecho de un grupo relacionado de plantas del género Dasylirion, una especie de lirio de la familia Asparagacea, oriunda del desierto de Chihuahua, también conocida como sereque por los rarámuris o sotol de manera común.




Como el agave, el Dasylirion es redondo, puntiagudo y cuenta con un núcleo interno denso que puede cocerse, fermentarse y destilarse. La planta se ha utilizado para producir sotol en el norte de México durante generaciones, y se ha usado para obtener alimentos, fibra y una bebida baja en alcohol similar al pulque por siglos.




El sabor del sotol abarca desde una dulzura ligeramente mineral y herbácea hasta frutas tropicales y eucaliptos especiados mezclados con maderas duras quemadas. En México, el sotol generalmente se toma solo.

El sotol solo se puede producir en los estados de Chihuahua, Durango y Coahuila, con especial proliferación en los municipios del desierto y de la sierra que dan origen al nombre del producto y por la misma tradición histórica en el proceso de producción en fábricas artesanales.




Declaratoria del sotol

El 29 de noviembre de 2001 se publicó en el Diario Oficial de la Federación la declaración a la protección de origen de este destilado para el estado de Chihuahua. Ésta a su vez se regula por las normas oficiales mexicanas relativas al cultivo y cosecha del agave siendo estas la NOM 005-RECNAT-1997, NOM 007-RECNAT-1997 y la NOM-159-SCFI-2004. Respecto a los lugares que avala la declaratoria se encuentran todos los municipios que conforman el estado de Chihuahua en donde se produce de manera artesanal en cuatro regiones de que son:

  • Región Coyame en los municipios: Ojinaga, Coyame, Chihuahua
  • Región Jiménez, municipios: Jiménez, Camargo
  • Región Valle Zaragoza, municipios: Valle, Zaragoza, Satevó
  • Región Madera, municipios: Janos, Casas Grandes, Buenaventura, Ignacio Zaragoza y Madera.

También se produce artesanalmente en el estado de Durango, en los municipios de Lerdo, Mapimí y Cuencamé y en el estado de Coahuila en el Municipio de Ocampo.


¿Cómo se elabora?

Las etapas que contempla la producción de este brebaje son: corte del Dasylirion, hidrólisis o cocción en hornos o autoclaves, extracción de los jugos, fermentación a partir de levaduras nativas o cultivadas, destilación, maduración y envasado.

Una observación interesante es que el corte de esta planta no implica la muerte de la misma como en el caso del mezcal, ya que al cortar la piña, esta se regenera y da lugar a otra nueva. No obstante, para que una planta se considere apta para producir sotol debe tener 15 años. Hoy en día los productores de sotol se encargan de sembrar estas plantas para fomentar que el producto sea sustentable.

Como resultado de la destilación se obtiene un aguardiente que va de los 38 a los 45 º Vol Alc.




Tipos de sotol

  • Sotol 100% puro o Sereque 100% puro. Este proviene de los mostos exclusivamente de azúcares provenientes de los Dasylirion. A su vez puede ser joven, reposado o añejo, e incluso abocado, dependiendo de la crianza que se le haya decidido dar.
  • Sotol. Se elabora a partir de los mostos de los Dasylirion pero a estos se les ha adicionado hasta un 49% de otros azúcares, y de igual manera por el proceso de crianza puede ser joven, reposado o añejo, y también abocado.

Por el tipo de añejamiento entonces se clasificaría de la siguiente manera:

  • Blanco o Plata: sotol sin añejamiento
  • Reposado: con crianza en madera entre 2 y 6 meses
  • Añejo: reposado en madera por hasta 24 meses
  • Extra añejo: con crianza de 5 a 7 años en madera
  • Platino: Se trata de un triple destilado sin añejamiento
  • Abocados: aquellos a los que se añaden ingredientes como frutas, semillas o hierbas para aportarles sabor y aromas.
  • Cremas de Sotol: igual que los anteriores solo que además se añade un lácteo

Para fines de comercialización esta se hace dentro del Estado de Chihuahua en envases con las especificaciones establecidas por la NOM correspondiente. Para su exportación, esta se hace en envases de hasta 5 litros mismos que deben ser envasados y etiquetados en la región de origen.

 

 


Loreto, un oasis en Baja California Sur

 



En el corazón de la península de Baja California Sur se encuentra Loreto. Es un oasis atrapado entre las aguas del mar de Cortés y las tierras desérticas de Sierra Giganta. Es la tierra remota que los jesuitas aprovecharon para iniciar su peregrinación para evangelizar y colonizar la Baja y la Alta California. También es un Pueblo Mágico de Baja California Sur que tiene la dicha de ser el hogar temporal de las ballenas gris y azul (la más grande del mundo), de estar frente a un conjunto de islas declarado Patrimonio de la Humanidad y, de ser un uno de los destinos de sol y playa favoritos de México.




Loreto fue la primera capital de las Californias, el paisaje que la rodea es de quitar el aliento, entre sus colores del desierto, la Sierra de la Giganta, las islas y el Mar de Cortés. Su Plaza Central se encuentra rodeada por el Palacio Municipal y una biblioteca.




Entre sus calles encontrarás un pintoresco lugar con un encanto especial. Bastará recorrer a pie el destino para realizar un viaje a través tiempo entre sus peculiares construcciones. Muchos de estos rincones aguardan lugares para disfrutar de un agradable momento en algún café o restaurante, siempre cerca del encanto de su población, que se refleja en un servicio amable y cálido.


Atractivos de Loreto

Islas

Las islas son los más famosos atractivos turísticos de Loreto Baja California Sur. Si bien estas grandes islas son visibles desde la ciudad, la mejor manera de realmente vivir la experiencia de estos increíbles lugares para visitar en Loreto Baja California Sur es en barco. En las islas, puedes disfrutar de las clásicas actividades en Loreto México, como gozar de la playa, practicar senderismo, kayak y paddle.




La Misión de Loreto

Uno de los históricos lugares para visitar en Loreto Baja California Sur es La Misión de Loreto. La misión original fundada por sacerdotes jesuitas en 1697, ha sido reconstruida a lo largo de los años, y al pasar por la Misión de Loreto en el centro, puedes sentir cómo la historia de la ciudad cobra vida.




La Misión de San Javier

Algunos de los más interesantes lugares para visitar en Loreto Baja California Sur te llevan fuera del centro de la ciudad y hacia las montañas. El pequeño pueblo de San Javier es famoso por su iglesia del siglo XVIII construida de piedra, y aquí, experimentarás la cultura tradicional mexicana. Visitar este encantador sitio te llevará a las montañas de la Sierra de la Giganta, uno de las más increíbles atractivos de Loreto México.


 

Malecón

Explorar en el centro los atractivos turísticos de Loreto Baja California Sur es imprescindible para los visitantes, y el Malecón es el perfecto punto de partida. Este camino a la orilla del mar es ideal para un paseo matutino o vespertino con una espectacular vista al mar, y otros atractivos de Loreto, como la plaza, tiendas y restaurantes, están a pocos pasos de distancia.

 



Museo de la Misiones

Las misiones en Baja California Sur son de los históricos atractivos de Loreto, y para conocer más sobre ellos y la historia de la ciudad, visita el Museo de las Misiones, donde las herramientas y las fotos cuentan la historia de los misioneros jesuitas. Si bien no es un gran museo, definitivamente vale la pena visitarlo cuando estés en el centro.




La Plaza de Loreto en el Centro

Ya sea que estés observando a la gente o comprando, la plaza central es un grandioso lugar. Desde aquí, hay tantas cosas que hacer en Loreto Baja California: como pasear por las calles empedradas y admirar la arquitectura colonial o visitar la cervecería y los restaurantes locales.

 



El Cañon de Tabor

Las mejores cosas por hacer en Loreto Baja California te llevan hacia la belleza natural de las montañas. El Cañon de Tabor es uno de los populares atractivos de Loreto México para los excursionistas. Para una experiencia inolvidable, realiza una caminata guiada a través del cañón, cruzando ríos y hasta las cascadas del Cañon de Tabor.



 

Marina de Puerto Escondido

Ubicado cerca de la Bahía de Danzante, Puerto Escondido es uno de los más impresionantes atractivos de Loreto. Pasea entre los elegantes yates y disfruta de un bocado en el café local antes de irte a gozar de una aventura en el mar, como el avistamiento de ballenas o la pesca en alta mar.

 



Campo de Golf TPC Danzante Bay

Una de las populares actividades en Loreto México que atrae a los visitantes durante todo el año es el golf, y no hay mejor lugar para jugar que en TPC Danzante Bay. Diseñado por el legendario Rees Jones, el campo de golf pondrá a prueba tus habilidades técnicas y serás recompensado con increíbles vistas a las montañas, cañones y al mar.






 

Deleite gastronómico

Loreto tiene una gran oferta gastronómica. El Pueblo Mágico es una comunidad pesquera muy importante por lo que los productos del mar son los protagonistas de sus platillos. Algunas especies marinas disponibles, incluso, son endémicas de la zona.

Uno de los platillos más populares es sin duda su almeja chocolata tatemada, una receta sencilla pero que data de cientos de años y es parte de la herencia de los primeros pobladores de la zona. 




jueves, 28 de enero de 2021

Salsas mexicanas para acompañar tus platillos

 


México es reconocido mundialmente por su comida, y es que hablar de gastronomía mexicana es hablar de uno de los patrimonios intangibles de la humanidad.

Los principales ingredientes son los frijoles y el maíz, usados en diferentes platillos. Pero su principal característica a nivel mundial es el toque picante de sus platillos dado por una gran variedad de chiles, que aportan un sabor inigualable a cada platillo.

Independientemente de los ingredientes, tener a la mano buenas salsas puede hacer la diferencia entre un plato promedio y una comida deliciosa. Esa mezcla de ácidos con sal y picante son lo que le da identidad a nuestra cocina y no puede faltar en casa.

Te dejamos 3 recetas de salsas para acompañar tus platillos, te encantarán.

Ingredientes

  • Tomatillo
  • Chile serrano
  • Cilantro
  • Aguacate
  • Aceite de oliva
  • Sal
  • Agua
  • Tomate
  • Cebolla
  • Diente de ajo
  • Bicarbonato
  • Chile de árbol

Elaboración de cada salsa:


Salsa de aguacate

  1. En un recipiente con agua coloca el tomatillo y el chile serrano y ponlos a cocinar.
  2. Luego de que ya estén cocinados, colócalos en la licuadora junto con una pizca de bicarbonato para quitarle lo amargo, un puño de cilantro, ¼ de cebolla, un diente de ajo, una pizca de sal, una cucharada de aceite de olivo, un aguacate y licúa bien.
  3. Cuando este bien licuado, está lista para servir.




Salsa de chile de árbol

  1. Corta dos tomates en cuatro partes.
  2. En un sartén coloca los dos tomates cortados y media cebolla cortada, si sientes que se está pegando, puedes agregar un poquito de agua.
  3. Cuando este algo cocido agrega 3 dientes de ajo y 10 chiles de árbol, cuando empiece a oler el chile ya estará listo y debes colocarlo todo en la licuadora.
  4. Antes de licuar, agrega sal, un chorrito de aceite de oliva, y licúa bien. Cuando esté bien licuada, está lista para servir.




Salsa verde

  1. Tuesta los tomatillos, dos dientes de ajo y cuatro chiles de árbol. Cuando suelte el olor, retíralos inmediatamente.
  2. Coloca los ingredientes en la licuadora, agrega una pizca de sal y licua un poco, si necesita agua se le agrega un poco.
  3. Luego de licuar, está listo para servir.


Quinametzin, los gigantes que habitaron México

 



Las crónicas de los evangelizadores en la Nueva España e historiadores novohispanos cuentan que en la época prehispánica existieron hombres enormes (gigantes) en lo que hoy es nuestro México. La gente los llamaba quinametzin (un término empleado en la mitología mesoamericana para personas de gran altura) y se mantuvieron bajo su dominio hasta que se cansaron y se levantaron en su contra.

Pero, ¿Cuál es el origen de aquellos gigantes?

El origen de los quinametzin es incierto. No obstante, un antecedente importante podemos encontrarlo en el mito del Quinto Sol. Según este, en el principio de los tiempos, los dioses mexicas decidieron crear vida. Así nació Ocelotonatiuh, un sol hecho de tierra, junto con seres humanos gigantescos.

Aquellas criaturas medían alrededor de siete metros de altura. Sin embargo, debido a su descomunal tamaño, esos hombres eran lentos y torpes a tal grado que, cuando se caían, ya no podían levantarse y así morían.




Los dioses contemplaron decepcionados a los gigantes y decidieron destruirlos. Quetzalcóatl derribó al sol de tierra. Se desataron olas de terremotos y los gigantes fueron tragados por las grietas del suelo.

Puede que algunos de los gigantes que Quetzalcóatl pensó destruidos, hubiesen sobrevivido y después atormentado a los olmecas-xicalancas.

Gigantes según los evangelizadores

En la cosmogonía azteca, los quinametzin habitaron en la era de Atonatiuh, el Sol de agua en la mitología mexica, que concluyó con inundaciones.

Luego de la conquista, se hallaron huesos muy grandes. Un relato del fraile Andrés de Olmos, famoso por su labor como filólogo del náhuatl, huasteco y totonaco, cuenta que, en el palacio del primer virrey de la Nueva España, Antonio de Mendoza, se encontraron huesos de un pie humano donde cada dedo medía casi la palma de una mano.




De Olmos nació en España a finales del siglo XV y vivió en la Nueva España entre 1528 y 1571. El fraile escribió sobre semi gigantes en su época en lo que hoy es Cuernavaca, Morelos y en Tecalli, Puebla.

El vocablo quinametzin es el plural de quinametli y se traduce al español como gigante. También es el nombre con el que diversos autores han bautizado a los primeros habitantes de México.

En el Códice Zumárraga explica que, para los indígenas, los gigantes fueron creados por los dioses y perecieron en la catástrofe de Atonatiuh, una supuesta gran inundación en la zona montañosa de Tlaxcala.




Pero esta es una forma mítica e incluso metafórica de decirlo, pues investigaciones posteriores indican que los quinametzin fueron destruidos por un grupo de mercaderes provenientes de la costa quienes lucharon por el poder y la tierra que ellos habitaron.

Los historiados novohispanos refieren que fueron destruidos por los olmecas-xicalancas, quienes llegaron a Tlaxcala después del 200 antes de Cristo aproximadamente.

El grupo provenía de alguna parte del Golfo de México, eran mercaderes y poblaron los valles y montañas de Tlaxcala, Huejotzingo y Cholula. El historiador novohispano Mariano Veytia cuenta que cuando ocuparon las riberas de Atoyac, los olmecas-xicalancas se encontraron con gigantes desnudos y despeinados que cazaban aves y animales terrestres y comían frutas y yerbas silvestres.

De acuerdo con Veytia, en el año 107 después de Cristo, los olmecas-xicalancas pagaron tributo a los quinametzin, hasta que se hartaron y les tendieron una trampa para matarlos. Prepararon un banquete en su honor y esperaron a que estuvieran ebrios para acabar con todos.




Los gigantes aparecen en varios códices de frailes: en el de San Juan de Zumárraga, el Florentino (dirigido por Bernardino de Sahagún) o el de Vaticano; y en escritos de fray Andrés Olmos o fray Diego Durán.

Los frailes buscaban explicaciones para los edificios de gran tamaño dedicados a los dioses indígenas. De acuerdo con la revista de Arqueología Mexicana, los evangelizadores atribuyeron la construcción a las pirámides más grandes, como la de Cholula, a los gigantes.




La Biblia les dio la idea de que los creadores de esas grandes edificaciones podrían ser seres similares a los descritos en pasajes bíblicos: el Goliat contra el que lucha David u otros relatos donde el triunfo de una persona se ve realzada por vencer a individuos superiores en tamaño y fuerza, explica la publicación.

La revista especializada señala que hasta ahora no se conocen casos de grupos enteros que tuvieran ese patrón en su estatura. Los huesos hallados por conquistadores en Tlaxcala y por De Olmos en el palacio del virrey Mendoza eran de animales, solo que la paleontología del siglo XVI no estaba tan adelantada para darse cuenta que no eran fósiles humanos.